La chimenea del amor por Manolo Ferreras


MANOLO FERRERAS, ganador de tres premios ondas, gran persona donde las haya y amante de los placeres de la chimenea, nos regala este pequeño relato, en el que nos cuenta  como dos balbuceantes  niños  ven la navidad desde su chimenea.

Muchas Gracias Amigo Ferreras, gracias por plasmar con tu tono alegre y tú capacidad de trabajo, todo lo que desde fuegoterapia queremos transmitir, que ni nuestros hijos ni nosotros mismos perdamos todo lo bueno  que  bajo los lazos de una chimenea o barbacoa se nos brinda.
Feliz navidad a todos: a los que hacéis posible fuegoterapia.com, a los miles visitantes que mes a mes nos dais vuestra aprobación y a todos los que con vuestro trabajo hacéis posible que la gente practique fuegoterapia en su hogar.

FuegoNoel: La chimenea del amor.



            ¿A que zepo, carafátuo, de lo que me digo?, ¿a que zí… a que por ella entran los gigaaantes de las patas laaargas…?, ¡p’os el Elfo!, ¡y uno con barba!, y…, y ese tío del bigote que te pintó t’os esos d’encima los relojes espachurraos, de ese cuadro encima del montón de ramas de lavanda y los cachos de las maderas pegajosas que huelen tan rico…, ¡bah, mamá me raspa los dedos con la esponja que rasca…!, ¡pues ellos me lo cuentan a mí! y…, p’os cuando tú quitas la tierra de las piñas y no caen piñones y las sobras del maíz con mantequilla que hace mami…, ¡a la oreja!, me lo han dicho a mí en el oído, zí…, p’os cuando cabeceo en la almohada me lo chivan…, ¡zí habla, el tío del bigote…!, ¡p’os sé quién es!..., ¡p’os será la firma que habla!, y el Papá de los ciervos del Polo que viene cuando el alcalde ponga alfombras de bombillos por los aires donde duermen los raros que no hacen llama…, ¡p’os si no hacen llama son malos…!, ¡bah! y…, y tú… ¿a que cuando viene el carbonero con el morito de la carretilla, a que te pones una parka militar que te ibas a llevar a Irak…?, ¡como no fuiste…!, ¡yo me sé el secreto, yo-me-s’el-secreto-de-otro…!: qu’en casa el agüelo Atilano, zí…, ¿a que era el quinto adobón cuando pasábamos el campanario para marchar a los cantos del Tera a jugar la casa que ardió como un pasto…, ¿qué es un pasto de las llamas…?, porque la paja que hay en la pared quema…, y no fue la caldera tizón ni los potes de barro de la cueva donde agüela…, ¡qué miedo!: los chismes que contabais ¡yonolosentendía…!,  era una cueva con bancos de chismes…, p’os yo veía hados saliendo debajo las cacerolas, y ezo me lo’axplicao el Papá de los ciervos, que los hobbits del casón del pueblo ardieron por esa cosa rara que hacéis los mayores en el salto del río y que viene por los cables…, zí…, igual qu’en la discoteca donde murieron tus amigos, zí, igual qu’en los cines de ahí que morieron bomberos…, y el enanito del jardín cuando ardió la caseta, ¡fue la cosa de los cables!, y los peluches de las conejeras de los agüelos…, porque hace mucho humo negro…, no, lo que sale de la madera no me da miedo…, t’á más limpio y güeno, como el conejito del arroz, ¡y eso que era un peluche que lo matabais d’un garrotazo, ¡p’os como la gallina del corral con patatas! que yo lo ví, ¿a que la partían el pescuezo?, ¿y…, y al cerdo cuando gritaba y…, y iba el matacuchillos…?, pero ya no chillaban sobre el fuego…, ¡como no eran los cables, no olerían mal!..., tú no me lo dijiste, por eso coleccionaba cajas sin cerillas para que no viniera el de la pesadilla a meternos llamas malas en la casa…, pero yo pensaba, antes de que ellos me lo chivaran, pensé… p’os si en la chimenea del Tera nunca entró el lobo de los montes por allí, y ahora el de las pesadillas tampoco viene, y…, y me lo dijeron…: ¿t’acuerdas, papi, del cine que tenías con pelis de plástico…?, p’os yo las veo ahí dentro del cartucho ese que has puesto porque miro los colores que sacas a esa roscas rellenas de polvo de madera, y…, y ¡vaya!, y de los árboles rotos que te traen, y…, y veo ángeles, y caballitos con cola de mar, y muchisisísimos duendes y fantasmas buenos, y…, y m’a prometío el Papá de los ciervos que la noche cuando cantemos vestidos de rojo y nieve…, nos echará magia potagia por el sombrero de arriba el tejao…, p’os porque a ellos les tapan las estrellitas de fuego y sólo los veremos mami y el enanito que sopla p’aque no se apague la candela, zí, y tengo un secreto…: una caja debajo la cama con titos de aceituna y cáscaras de nueces…, ¡anda, p’aque no las vieras!...,  p’os t’ol año…, p’os p’adarle de comer al enanito mucho tiempo…, porque el señor de los ciervos m’a dicho que la tenga mucho tiempo encendía p’a que las llamas traigan al agüelo y al cerdito de las bellotas y al peluche de las conejeras y a la gallina y a los amigos de las piedras del río…, ¿a que zí…?

(*Ferreras, uno de los reporteros más convulsivos de la Radio en estas últimas décadas, zamorano, de 56 años, puso en marcha, tanto en las Emisoras Públicas, como en la SER, innumerables programas que consiguieron un significado respaldo popular y de crítica: La Barraca, Tiempos Modernos, En Días como Éste, la España en Blanco y Negro, Voces al Desnudo, La Noche que me escuches, La Descubierta, Calle a Calle, La Bahía, ¡Aupa con ellos!, Calles de Europa, Testimonios.., por los que se han otorgado tres Ondas, el Derechos Humanos, el Pablo Iglesias o el de la No Violencia contra la Mujer).