Las carboneras en Ledesma de la Cogolla.
La nieve amortigua el amanecer en Ledesma, humean las chimeneas y los animales en los cobertizos patean requiriendo su ración de heno.
El pueblo despierta blanco. Es el último regalo de la primavera florida, el paisaje repetido durante siglos que se recrea en los albores del tercer milenio.
Y en lo alto del pueblo, como antaño en lo más profundo de sus bosques de hayas y encinas, arde pacientemente la carbonera.
El carbonero en su choza vigilante, aviva el fuego y corta sin prisa finas lonchas de tocino, su desayuno. Desde su atalaya, mientras la nieve se desprende de la encina y canta el herrerillo, piensa en sus hijos con la mirada perdida en las cumbres blancas. Después de tantos dias al raso añora el calor del hogar y la cama tibia. Es el pan de la familia y aguanta gozoso revisando, con la azada al hombro, el tiro de las boqueras de su carbonera.
La carbonera del año 2004 humea mientras convierte la leña de encina en carbón.
A primeros de Mayo, todo el pueblo de Ledesma descubrirá este milagro que daba pan a muchas familias ledesminas y que ahora nos alecciona de las rudas faenas de las gentes de estas zonas a pie de monte.
Veamos pormenorizadamente el proceso de la elaboración tradicional del carbón vegetal en Ledesma de la Cogolla, agradeciendo a la Asociación "El Encinar" y al Excmo. Ayuntamiento la realización y promoción de este evento cultural.
Elaboración de una Carbonera: Ledesma de la Cogolla (La Rioja)
I. Antecedentes históricos
I.1. De los montes
En un repaso histórico a los montes de Ledesma, vemos que ya en el siglo XVIII en el Catálogo del Marqués de la Ensenada se dice que el terreno del municipio de Ledesma de la Cogolla estaba ocupado por "secanos de sembradura, montes altos y bajos", junto con algunos "nogales y una cierta porción de ciruelos y cerezos". Dentro de la descripción de los montes se habla de un monte llamado "Encinal" que es de robles y encinas y una porción de hayas, que se situaría en la mitad sur del municipio orientada a umbría, junto a otro monte denominado "VaIdecubillas y la Dehesa" que es de robles y encinas y que abarcaría la mitad norte, con excepción de los terrenos destinados a labrantíos que lógicamente se asentarían en las laderas más soleadas.
Cien años más tarde, a mediados del siglo XIX, el Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de Pascual Madoz sobre La Rioja (1851) habla de "un terreno generalmente esteril, que es de mala calidad; encontrándose en él por todos los lados escepto por el Oeste arbolado, especialmente frente a la villa donde hay unhermoso monte conocido como el Encinal, poblado de encina, el mejor conservado de muchas leguas alrededor; habiendo otro que domina la población llamado la Dehesa de Arriba y Abajo, también con encina y roble, pero no tan bueno como el anteriot; siendo bastantes buenos los que hay al Este llamados Baquerizas, Roseras, Fuente-canales, Campillos y otros que se conservan en buen estado".
Estos montes debían estar bien conservados, circunstancia que unida a la excelente calidad de la leña de encina para su transformación en carbón vegetal justifica por sí mismo que esta actividad, que perduró hasta mediado el siglo XX, fuera uno de los pilares de la economía en Ledesma de la Cogolla.
I.2. Antecedentes de la elaboración del carbón.
Históricamente la madera necesaria para la elaboración de carboneras procedía bien de la sobrante de las adjudicaciones, bien de los lotes que el Ayuntamiento, anualmente y por sorteo, cedía a los vecinos.
En cuanto a las fechas escogidas para la elaboración del carbón, curiosamente coincidían con los meses fríos quizá porque la combustión sería más adecuada o quizá también porque en los meses de invierno no se desarrollaba otro tipo de actividad como podría ser la agrícola, más activa en otras épocas del año. Y ello a pesar de que la climatología añadía un elemento más de dificultad a una actividad de por sí dura que exige una presencia permanente en el monte durante todo el proceso de desarrollo.
II. El carbón y su procedimiento de elaboración.
II.1. El carbón
De acuerdo con la definición dada por la Gran Enciclopedia Larousse, carbón es una sustancia sólida, ligera, negra y combustible que resulta de la destilación o de la combustión incompleta de la leña o de otros cuerpos orgánicos.
Añadiendo a continuación: En muchos lugares la carbonización de la madera se efectúa por el primitivo procedimiento de carboneras, en que el calor necesario es suministrado por la combustión de una parte de la leña y de las materias volátiles combustibles, que se desprenden sin ser recuperadas.
II.2. El carbón en Ledesma.
La economía rural nunca se ha solventado de una forma sencilla y la obtención de cualquier producto en este medio siempre ha requerido un elevado esfuerzo, circunstancia que se hace más patente, si cabe, en una actividad como es la elaboración de de carboneras para la obtención de carbón vegetal. No obstante, el núcleo urbano de Ledesma de la Cogolla está enclavado en la cercanía de sus montes razón por la cual, en general, los carboneros pasaban el día en el monte durante todo el proceso de elaboración pero todas las noches bajaban a dormir al pueblo, esto hacía que la dureza del trabajo se viera en cierta medida mitigada.
Por otro lado, para realizar los trabajos se formaban cuadrillas de cuatro o cinco personas, lo que propiciaba que el trabajo se desarrollara con cierta rapidez y la estancia de los trabajadores en el monte no se prolongara en exceso, normalmente no más allá de tres meses.
Llegados al monte y concretado el punto de ubicación de la carbonera, las cuadrillas se prestan a construir una especie de choza a base de ramas y tierra que posteriormente recubren bien con hojas secas y tierra, bien con musgo, y que servirá para resguardarse del frío o la lluvia, y, asimismo, preservar alimentos y utensilios.
II.3. Procedimiento de elaboración. Fases:
La elaboración artesanal del carbón, consiguiendo su formación desde la combustión incompleta de la madera, requiere la elaboración de una carbonera, es decir, una pira de leña, posteriormente cubierta de hojas y tierra y en la que, finalmente, se introduce fuego con objeto de realizar la combustión.
La combustión de estas carboneras dura alrededor de 30-35 días. Transcurrido este lapso de tiempo y si el proceso se ha desarrollado de forma correcta se obtiene el carbón en una proporción de, aproximadamente, la quinta parte de la leña que se ha utilizado en la formación de la carbonera.
En cuanto a este proceso de elaboración debe tenerse en cuenta que antes y ahora se realiza de forma idéntica; Únicamente la corta, mediante sierra mecánica, y la propia ubicación de la carbonera fuera de los montes y, en todo caso, el traslado de la madera, mediante vehículos motorizados, nos recuerdan los tiempos modernos.
Tras esta breve introducción vamos a señalar el proceso íntegro de elaboración de una carbonera especificando cada una de las fases que la constituyen.
II.3.1. Corta y entresaca de la madera en el monte.
La actividad propiamente dicha comienza por la corta de la leña, evidentemente con pocos medios materiales, el hacha o, con suerte, la sierra manual.
II.3.2. Traslado, clasificación y apilado de la leña.
Traslado del material al terreno destinado a la ubicación de la carbonera. Es en este lugar donde se procede a cortar la madera al tamaño adecuado, seleccionando y apilando troncos y ramas en función de su grosor. Esta selección es de vital importancia para facilitar el montaje posterior.
II.3.3.Montaje.
La Leña :
Se inicia el montaje colocando en el punto central y perpendicular a la base, dos troncos tiesos que harán de chimeneas y sucesivamente, en piras circulares, se van colocanco troncos gruesos, ligeramente inclinados hacia el centro, rellenando todos los huecos con ramas finas dándole a la carbonera forma cónica.
En el inicio del montaje es de vital importancia la correcta colocación de los troncos puesto que ello conforma la chimenea, caño o tiro de la carbonera, por donde se realizará primero el encendido y, posteriormente, la alimentación y el cebado cuando se requiera; por tanto de ello va a depender que la combustión no presente problemas.
Las Hojas:
El siguiente paso será cubrir la leña con hojas, generalmente de haya. Este cubrimiento se realiza con objeto de evitar que la tierra que finalmente va a cubrir la carbonera penetre en el interior dificultando la combustión.
La Tierra:
A continuación se echa una capa de tierra que cubre toda la carbonera, con objeto de preservar la combustión interior y evitar la entrada de oxígeno que podría dar lugar a la formación de llamas y, por tanto, a la destrucción, o a la no formación del carbón.
Finalización del Montaje:
Concluido el montaje y cubrimiento de la carbonera, y antes de proceder a su encendido, el carbonero abre varios orificios en la base de la carbonera, son las boqueras, a través de las cuales va a respirar la carbonera durante su combustión; en función de cómo se vaya desarrollando ésta, serán abiertas o cerradas por el carbonero.
II.3.4. El encencido.
Llegado el momento del encendido, el carbonero debe tener preparadas brasas incandescentes, sube a la parte más alta de la carbonera e introduce las brasas a través del caño. Así es como la combustión se inicia de la base al vértice.
Tras el encendido, durante los ocho primeros días de la combustión a razón de 3 veces al día, mañana, medio día y noche, el carbonero abre el caño y va añadiendo leña menuda, está alimentando la carbonera. Así poco a poco irá consiguiendo la temperatura idónea hasta alcanzar los aproximadamente 400 grados.
Concluido el período de 8 días de alimentación de la carbonera, el carbonero mantiene el caño destapado durante aproximadamente ocho horas, así comprobará que la combustión se está realizando en las condiciones idóneas, y, si es necesario, añadirá más leña. Cuando la combustión llega arriba, lo que se denomina romper el caño, el carbonero cierra la carbonera; tanto el caño, que lo cubre con un trozo de césped colocado con la hierba hacia abajo, como las boqueras. A partir de este momento la carbonera comienza a hacer carbón.
Así permanece durante aproximadamente hora y media, momento en que se levanta la tapa de césped y se retira parte de la tierra que cubre la carbonera en esta zona con objeto de comprobar que la combustión prosigue de forma correcta. A partir de este momento la vigilancia sigue siendo constante pero ya no se descubre la carbonera de forma regular.
II.3.5. El cebado.
Como resultado de la combustión que se está realizando, puede ser preciso añadir más leña a la carbonera, es el cebado; para ello, el carbonero subido en la cima de la pira destapa el caño e introduce el holgunero; a continuación introduce leños de tamaño y grosor medios. Este proceso se realiza, aproximadamente cuatro o cinco veces a lo largo de la combustión.
Además, para comprobar que la combustión está siendo correcta y que no se están produciendo "vacíos" o "fallas", el carbonero sube sobre la carbonera y con la maza, va dando sucesivos golpes consiguiendo así que la leña siga compactada.
II.3.6. Formación del carbón.
A través de los días de combustión, la altura de la carbonera se va rebajando, desaparece su forma cónica y queda reducida en los momentos finales quizás a menos de la mitad, y, en general, caída hacia uno de los lados, normalmente aquél hacia el que están abiertas las boqueras; es señal de buena combustión y de que la leña se está convirtiendo en carbón, es la caída. Se aproxima el momento de comenzar la extracción del carbón.
II.3.7. Extracción del carbón.
Esta es una tarea no difícil, pero sí delicada y cuya realización requiere determinadas condiciones ambientales. La naturaleza del trabajo, con el carbón saliendo a elevadas temperaturas, exige, o al menos aconseja, una suave temperatura ambiente, por ello los carboneros desarrollaban esta última fase con las primeras horas de la mañana.
Con objeto de que la extracción del carbón se realice de la forma más adecuada, se realizan en primer lugar las tareas de limpieza que comienzan la jornada anterior a la extracción propiamente dicha. Con el tirazo y el rastro se va retirando la tierra compactada y aquella que ha formado "tormos" ; una vez triturada se extiende nuevamente sobre la carbonera.
Esta limpieza previa permite que el carbón se obtenga con menos impurezas ya que la extracción se realiza retirando al mismo tiempo tierra y carbón. Seguidamente con el rastro se separa la tierra del carbón que se va alejando de la carbonera dejándolo extendido con objeto de que se enfríe, momento en el que se procede al llenado de los sacos. De la cantidad de leña de la carbonera se obtiene aproximadamente una quinta parte de carbón.
En Ledesma tradicionalmente este carbón no se dedicaba al autoconsumo sino a su venta, no hay que olvidar que se trataba de una forma de economía rural que tenía su importancia dentro de las escasas actividades económicas que las condiciones de la zona permitían desarrollar. A este respecto Pascual Madoz nos dice en el siglo XIX que el producto "posiblemente se destinaba a los pueblos del Valle del Ebro sin recursos leñosos y a los núcleos más habitados como Nájera" y así se siguió haciendo hasta que finalizó la actividad.
III. Las personas.
Hacen posible la pervivencia de la carboneras desde el año 1996 los componentes de la Asociación "EL Encinar" y todos los vecinos de Ledesma a quienes les rendimos el tributo de nuestra admiración por mantener viva esta secular tradición y recrear este evento étnico-cultural para todos los riojanos y visitantes.
Queremos personalizar nuestro agradecimiento poniendo un rostro curtido y muchas veces tiznado, el de Anastasio Arribas -Tasio-, el último carbonero de Ledesma, que con 14 años empezó a hacer el carbón vegetal ayudando a su padre..
Nos comenta, "a finales de los 40, en los inviernos es cuando las carboneras se hacían en los bosques de Ledesma; duraba esta labor dos meses y solían formar cuadrillas de cinco personas. Habitualmente las mujeres llevaban la comida a los hombres, que tenían que estar al pie de la carbonera, esto si la distancia no era excesivamente larga, si no subsistían con pan y con tocino. En los meses de septiembre y octubre salían fuera del pueblo, y era en otros montes de la Sierra, donde procedían a realizar otras carboneras, permaneciendo fuera de su hogar de un mes a mes y medio. Al salir de sus casas ponían en sus alforjas el pan y el tocino que debían de racionar el máximo tiempo posible. Mientras tanto, la familia quedaba sóla en la casa; la mujer atendiendo a los hijos, con tareas como cuidar a los animales domésticos, hacer faenas propias del campo, etc. Cuando volvían a su hogar, sus rostros estaban cansados y ennegrecidos, sus manos callosas". IV. Utensilios en la elaboración de la carbonera
AZADÓN: Azada de pala metálica, algo curva y más larga que ancha, utilizada para romper tierras duras.
CESTO: Cesta grande más ancha que alta.
HACHA: Cortante de pala acerada con filo algo curvo, y mango de madera.
HOLGUNERO: Palo alargado que sirve para pinchar o empujar por el caño de la carbonera.
MAZA: Instrumento de madera con la cabeza gruesa usado para apretar la leña de la carbonera.
PALA: Herramienta formada por una lámina de hierro adaptada a un mango generalmente de madera.
TIRAZO: Media luna de madera con mango.
TRONZADOR: Sierra para partir al través los troncos de madera.
RASTRO: Instrumento para recoger hierba,paja, etc., compuesto de un mango largo y delgado cruzado en un extremo por un travesaño armado de púas o dientes.
V. Exposición audiovisual sobre la carbonera.
La Asociación "EL Encinar" mantine abierta en un local cercano una exposición con abundante material etnográfico, utensilios diversos utilizados en la carbonera y en otras faenas caseras; desde la sierra para preparar los troncos de la carbonera a la choricera, importante utensilio para conservar el lomo de los cerdos que se criaban en cada casa, uno de los recursos más importantes de la alimentación en la zona.
También se puede visionar en el local una grabación de las diversas fases de la carbonera, complementada por precisas explicaciones que, junto a las fotografías de "carboneras pasadas", ilustran magnificamente esta profesión que ahora se recrea en Ledesma.
VI. Cómo llegar a Ledesma de la Cogolla.
Desde Logroño tomaremos la N-120 hasta Tricio, localidad cercana a Nájera; allí por la LR-113, tras sobrapasar las localidades de Baños de Río Tobía y Bobadilla, encontraremos a nuestra izquierda el enlace a la LR-433, señalando dirección a Ledesma de la Cogolla, que después de 5 kms. desemboca en nuestro punto de destino. Un paseo de 42 kms. por carreteras en buen estado, bien señalizadas y recorriendo los más bellos paisajes del valle del río Najerilla. |